martes, 17 de junio de 2008

Una fe muerta

Una fe muerta
Santiago 2.14-17
Introducción
La fe es creer con seguridad en algo que se espere; es confiar con certeza en la existencia de lo que no se ve; además es la confianza y obediencia hacia quien decimos que creemos con seguridad. La fe permite que el ser humano sea salvo y alcance la gracia divina; la fe genuina se distingue generando obras de justicia y de obediencia a la voluntad de Dios en el entorno secular; esas obras son la prueba que nuestras convicciones no se fundamentan en una tradición; si no en una verdadera motivación de reconocimiento y compromiso con nuestro señor.

“Las obras no son un medio de salvación, pero si una muestra que somos salvos por fe”

1) La fe genuina tiene pruebas llamadas obras: (acciones, resultados o trabajos) Efes.: 2.10
Cuando obedecemos la voluntad de Dios, mostramos la mayor obra de fe.
Santiago 2.23-26; Génesis 12.1, 4; (15.1-6) Josué 2.1, 6,9, 12-13
Todo el conocimiento de la voluntad de Dios; Jesús lo resume en “amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a mi mismo” Mateo 22.34-40

2) La fe acompañada de pruebas de tus convicciones y valores en cristo, es la fe viva que agrada al señor porque ilumina la sociedad. Mateo 5.14-16
Un cristiano de fe se forma, identificándose con los rasgos de Cristo.
Efes.: 4.22-23
Creer y amar a Dios tiene un efecto positivo en la sociedad, porque muestra un estilo de vida distinto (santo o apartado) del estilo de vida del mundo. I Pedro 1.15
La Biblia y la fe además de ser un medio de salvación, son una norma de convivencia cuando se obedece es voluntad. II Timoteo 3.16-17

3) Una fe muerta no refleja luz al mundo. I Juan 1.6
Es la fe que no aplica los conocimientos de la voluntad de Dios.
No refleja su cristianismo en Cristo
No practica los valores y principios de Cristo en su vida secular.
Acumula muchos conocimientos para su vida espiritual y secular y no los pone en práctica.

Conclusión
La formación espiritual de un cristiano radica en su tipo de fe; en otras palabras en obedecer o aplicar los conocimientos de la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Edgar Ramírez
Dios te bendiga, y recuerda que un cristiano tiene que ser reflejo de Cristo, para ser llamado de tal manera.

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